El esmalte puede parecer a primera vista un relicto de tiempos pasados. Las nostálgicas ollas de cabeza de nuestra infancia aún son conocidas por muchos de nosotros. Pero el esmalte no se utiliza sin razón desde hace décadas. La combinación de materiales de acero y vidrio hace que el esmalte no solo sea especialmente duradero y estéticamente atractivo, sino que también ofrece numerosas posibilidades de uso en el hogar y el jardín. Justamente en este último queremos centrarnos en esta entrada del blog y contarles por qué el esmalte es para nosotros un imprescindible claro para el jardín.
¿Qué es el esmalte realmente?
Esta pregunta debe responderse directamente al principio: El esmalte consiste esencialmente en un núcleo de metal, que está recubierto con una fina capa de vidrio y luego se cuece en un horno. Esta combinación hace que el esmalte sea especialmente resistente, duradero, fácil de cuidar y perfecto para su uso en el jardín:
- Resistente a golpes y robusta: Esta característica es exactamente lo que necesitamos al cocinar y servir en el jardín o en la terraza. Incluso si una esquina se daña un poco, la vajilla sigue siendo utilizable y adquiere un toque muy especial.
- Neutral al sabor y fácil de limpiar: Esto facilita mucho el lavado, por ejemplo, en la cocina al aire libre. Gracias a su superficie no porosa, el esmalte es inodoro y especialmente fácil de cuidar. Simplemente enjuagar con agua suele ser suficiente.
- Perfecto almacenamiento de calor y frío: Ideal para enfriar bebidas en los calurosos días de verano o para mantener el té caliente en invierno.
- Estiloso y atemporal: El material destaca sin duda durante años y le da a tu mesa de jardín un toque nostálgico y a la vez moderno.
¿Qué se puede hacer con esmalte en el jardín?
La pregunta es más bien qué no se puede hacer con la vajilla. Ya sea para servir en un picnic, para preparar en la cocina al aire libre o para decorar en el jardín, el esmalte siempre muestra su mejor lado con nosotros:
Cocinar al aire libre:
Aquí usamos a menudo el cuenco esmaltado como ensaladera, cuenco para lavar o enfriador de bebidas. En combinación con el enfriador de vino esmaltado, tienes un recipiente bonito que puede servir tanto como enfriador como organizador de cocina.
Disfrutar conscientemente y con tranquilidad:
Con la vajilla esmaltada ya no tienes que preocuparte por platos rotos. Al contrario, incluso si la pintura se desprende, la vajilla puede seguir usándose sin problema. Además, el esmalte, comparado con algunas alternativas de plástico, no libera sustancias químicas ni partículas dañinas en tus alimentos. Así que puedes estar tranquilo de que tus comidas están libres de sustancias no deseadas y disfrutar plenamente al aire libre.
Preparar y servir con estilo:
Especialmente en barbacoas o picnics, nos beneficiamos del material robusto y a la vez estético. El cuenco esmaltado o la jarra son perfectos para preparar comidas y bebidas sin que los olores se impregnen permanentemente en el material.
Perfecto para los días calurosos de verano
Preparar y Presentar con Estilo
¡Con el esmalte, cocinar y servir al aire libre es el doble de divertido y te permite disfrutar aún más de tu tiempo en el jardín! Por eso, para nosotros, los productos de esmalte son sin duda imprescindibles para cualquier cocina exterior bien equipada y una fiesta de jardín exitosa.
¡Convéncete tú mismo de la calidad y versatilidad de nuestros productos de esmalte, que combinan un diseño atemporal con una funcionalidad duradera y dejan una impresión duradera!